A pesar de su nombre, el Akita estadounidense en realidad se originó en Japón. Porque en la década de 1950, el Akita se introdujo en los Estados Unidos y continuó siendo criado allí. Desde el año 2000, el Akita americano ha sido reconocido como una raza separada por la FCI para distinguirlo del Akita Inu japonés y está liderado por él en el Grupo 5.
La esperanza de vida de los estadounidenses Akita promedia alrededor de 12 a 15 años. Con un tamaño de 66 a 71 centímetros (machos) y de 61 a 66 centímetros (hembras), el Akita americano es una de las razas de perros grandes. Su peso oscila entre 35 y 55 kilogramos.
El Akita americano es de pelo corto y tiene mucha capa interior corta. El estándar de raza permite todos los colores de pelaje, pero en el caso de animales multicolores, prescribe una clara demarcación de los colores individuales.
Las orejas del Akita americano son pequeñas, triangulares y ligeramente hacia adelante. Sus ojos son de color marrón oscuro, los bordes de los párpados negros.
El Akita americano se considera independiente y autosuficiente. Si bien establece un fuerte vínculo con su dueño, es bastante indiferente a los extraños, pero sigue siendo amigable.
Debido a su carácter dominante y terco, el Akita estadounidense es más adecuado para los dueños de perros más experimentados que tienen el instinto necesario para el entrenamiento. Porque incluso si la raza es muy dócil, la presión excesiva no hace nada. Un Akita estadounidense generalmente no se presentará.
El Akita americano es adecuado, entre otras cosas, como perro de compañía o familiar. Además, sin embargo, también es un perro capaz de rescate y avalancha.
Dado que fue criado originalmente como un perro de caza, el Akita americano todavía tiene un fuerte instinto de caza y requiere mucho ejercicio. Sin embargo, al menos en los bosques, siempre debe mantenerse con una correa.
El Akita americano es una raza de perro muy robusta. A diferencia de muchos otros perros, las enfermedades típicas de raza no ocurren en él.
Si el Akita americano se enferma de todos modos, generalmente son enfermedades de la piel o alergias. Los perros mayores también pueden desarrollar osteoartritis.
Dicho esto, el Akita estadounidense, como todas las razas de perros grandes, corre el riesgo de desarrollar bultos.
El Akita americano necesita un alimento especial de alta calidad. En cualquier caso, su dieta debe adaptarse a sus necesidades y tener en cuenta factores como la edad, el peso y las actividades deportivas.
Para evitar alergias, se debe tener cuidado de usar la mejor comida para perros posible. Por ejemplo, nuestro alimento sin cereales con proteína de insecto es perfecto para este propósito.
El concepto nutricional de Bellfor apoya el desarrollo saludable de su Akita estadounidense desde una edad temprana.